La Bella Otero: “Salimos a escena a reírnos de nuestro propio narcisismo”

Pablo Macho Otero y Emma Arquillué presentan en el Teatro de La Abadía y por primera vez en Madrid, A fuego

Una entrevista de Paula San Millán

El Teatro de La Abadía acoge una de las obras revelación para la crítica y público en la escena catalana tras su estreno en el Teatre La Gleva de Barcelona en 2024. Hablamos con Emma Arquillué y Pablo Macho Otero, miembros fundadores de La Bella Otero, sobre su cuarto espectáculo desde la fundación de esta compañía catalana en 2019. A fuego es un monólogo en verso sobre el deseo de “dejar huella”, en clave de humor. La obra, que se estrena por primera vez en castellano y en la Comunidad de Madrid, se representa del 24 de abril al 4 de mayo y el 9 y 10 de mayo se podrá ver en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares.

Emma Arquillué y Pablo Macho Otero | Foto: Tomàs González Carbó

Pregunta: A fuego homenajea a Heróstrato, un pastor de la Antigua Grecia que incendió el Templo de Artemisa, considerado en su momento como una de las maravillas del mundo antiguo, y lo hizo únicamente para ser recordado. ¿A qué responde este deseo de trascender a toda costa?

Pablo: Todos los seres humanos tenemos un deseo de trascendencia. Hay quien encuentra la salida a esto en la religión o en la espiritualidad, pero para la gente que no tiene esa conexión mística, la única manera de trascender es a través de lo físico. Puede ser mediante los hijos, pero también haciendo algo grande, como los soldados que iban a la guerra para que sus gestas fuesen recordadas. Para alguien que se siente frustrado e invisibilizado, puede ser que la alternativa que encuentre para satisfacer este deseo sea destruir algo o matar a alguien.

Emma: Los artistas tienen más clara la forma en la que quieren dejar huella; a través de una pintura, un edificio, una novela… Nuestra obra tiene que ver con eso, fundamentalmente.

Pregunta: ¿Cómo habéis construido la dramaturgia?

P: El punto de partida es muy similar a lo que podría ser una stand-up comedy. No hay muchas capas de ficción.

E: Pablo es el autor y el intérprete de la obra y habla en primera persona durante todo el monólogo. La única capa formal que existe es que todo el texto es en verso.

Pregunta: ¿Por qué os habéis decantado por el uso del verso en A fuego? ¿De dónde surge el gusto por esta manera de estructurar el lenguaje?

P: Yo llevo escribiendo en verso desde que soy adolescente y siempre he querido juntarlo con el teatro. Fue Emma la que me propuso escribir una obra íntegramente en verso. Nos interesaba también explorar su técnica. En la Edad Media, el verso ayudaba a los juglares y a los trovadores a recordar mejor los textos. Como la obra habla precisamente de ser recordado tenía sentido usarlo a nivel formal.

Pregunta: ¿Cómo funciona la colaboración entre vosotros?

P: Pues Emma y yo, además de trabajar juntos, somos pareja. En el fondo somos compañeros de vida y trabajamos muy bien juntos.

E: La Bella Otero nació de ver que era muy difícil empezar a currar. Como los dos éramos actores y Pablo escribía, pensamos que lo teníamos todo para tirar hacia delante. En este caso, a Pablo le salía hablar porque era el que tenía el runrún del verso. Como era algo íntimo suyo, vimos que tenía que ser un monólogo. Yo no había dirigido nunca, pero Pablo sí, así que decidimos hacerlo entre los dos.

Pregunta: ¿Qué distingue A fuego de otros montajes que habéis hecho anteriormente?

E: Hemos querido hacer algo sencillo, que no simple. Veníamos de un proyecto muy grande, con muchos actores en escena. Y estábamos muy quemados de intentar demostrar a Barcelona que éramos algo.

P: Lo que hablábamos antes del ego del artista…

E: Sí, exacto. Y dijimos: “vale vamos a ir a lo sencillo”. Es un monólogo que no intenta demostrar nada. El protagonista real es el texto.

Pregunta: ¿Y cómo vivís el hecho de salir de Barcelona y venir a la Comunidad de Madrid?

P: Para nosotros es un sueño, porque en esta profesión siempre vives con la duda de si el año siguiente podrás seguir viviendo de esto. Cuando en tu ciudad te aplauden algo ya es un triunfo, pero es que Madrid es la meca. Es la puerta para poder hacer gira por el resto de España.

E: Y el hecho de que Juan Mayorga nos haya programado es muy emocionante. Con el gusto que tiene por las palabras y siendo además miembro de la RAE, nos halaga que haya valorado un texto escrito por Pablo.

Pregunta: A fuego también explora el tema del narcisismo. ¿Por qué habéis querido hablar de esto? ¿Desde dónde lo hacéis?

P: En general hemos intentado hacerlo desde el deseo de reírnos de nosotros mismos. Sobre todo yo, que soy el que está en escena. Muchos psicólogos hablan ya de una epidemia de narcisismo. Las grandes empresas y las redes sociales nos están empujando a ello porque la necesidad de poner varias capas a nuestra identidad va muy bien para el consumo. Para romper con esto, nosotros salimos a escena a reírnos de nuestro propio narcisismo. Así la máscara se puede agrietar de una forma más amable.

E: En el fondo todos somos narcisistas. Si detectas estos patrones en ti, eso te permite poder trabajarlos, pero también empatizar con el que tienes delante.

Pregunta: ¿Cómo vivís vosotros el deseo de trascender desde un escenario, siendo este un espacio destinado a lo efímero? ¿Cómo os gustaría ser recordados?

P: Hay un momento de la obra en el que hacemos esta reflexión. Mientras que el soporte de la literatura es el papel o el de la escultura el mármol o el bronce, el soporte del teatro es la memoria y el recuerdo del espectador.

E: Hay gente que piensa que lo importante es lo que pasa en escena, y yo creo que lo importante es lo que pasa en platea. Lo importante es emocionar al público.

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