Un día como hoy, 14 de febrero, abríamos las puertas de La Abadía al público por primera vez
Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte de Ramón María del Valle-Inclán fue la función elegida para la gran ocasión: la puesta de largo del Teatro de La Abadía el 14 de febrero de 1995. El proyecto llevaba años preparándose, transformando una antigua iglesia en un espacio para acoger representaciones, pero también para que maestros internacionales enseñaran su arte a profesionales de la interpretación. El estreno de la obra de Valle-Inclán sería el pistoletazo de salida a una carrera insólita llena de éxitos y premios. Creando un sello propio y reconocible en sus montajes. Siempre con una mirada internacional. El teatro fue miembro hasta el 2011 de la Unión de los Teatros de Europa (UTE). En poco tiempo, la calidad de sus montajes y la de sus cursos de formación lo convierten en un referente de la cultura en España y el mundo.
Carmen Losa y Carmen Machi interpretando Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte | Foto: Ros Ribas
Un montaje mítico
El propio director fundador José Luis Gómez fue el director de escena y en el reparto contó con actores como Carmen Machi, Beatriz Argüello, Pedro Casablanc, Lola Dueñas, Ernesto Arias, Pepe Viyuela, Ester Bellver, Alberto Jiménez o Carmen Losa entre un largo y nutrido grupo de actores y actrices que dieron vida a los personajes a lo largo de las diferentes versiones del elenco. Porque la obra tuvo un éxito tan apabullante y el aplauso de crítica y público fue tal, que entre temporadas en La Abadía y funciones en gira estuvo activa hasta julio de 1999. La producción recibió premios como el de la Asociación de Directores de Escena a la Mejor Dirección 1995, Premio Turia a la Mejor Contribución Teatral 1995 o el Premio Ercilla a la Mejor Creación Dramática 1995.
Desde entonces, La Abadía ha apostado por hacer un teatro de calidad con un compromiso ético, estético y social. Desde el Centro de Formación de La Abadía se ha dado a conocer técnicas de interpretación y dirección venidas desde diferentes partes del mundo. El Teatro de La Abadía ha creado más de 70 producciones, con las que ha visitado más de 40 países y ha sido casa anfitriona para 30 instituciones internacionales. Se ha alzado con 14 premios Max, 2 Premios Nacionales de Literatura Dramática, 2 Premios Valle-Inclán, 3 Premios de la Asociación de Directores de Escena. Y fue premiada con el Premio Nacional de Teatro en el mismo año que abrió sus puertas.
Son muchos los espectáculos que se nos vienen a la memoria para celebrar este día: Sobre Horacios y Curacios, a partir de la obra de Bertolt Brecht, con dirección de Hernán Gené, producción de La Abadía y ganadora del Max en 2004. Veraneantes, coproducida por Kamikaze y La Abadía, también galardonada con el Max en 2012. El arte de la comedia, que dirigió Carles Alfaro en 2010, también producida por La Abadía, y que fue finalista en tres categorías en los Max. Recordamos las interpretaciones de Carmen Machi en La tortuga de Darwin, a José Luis Gómez como Celestina, Nuria Espert en Incendios o Javier Gutiérrez en Argelino, servidor de dos amos, con el que se alzó con el Max al mejor actor. El café, Diario de un poeta recién casado, El público, Días mejores…
Son solo algunos de los grandes montajes de la casa. Y aún quedan veladas que serán inolvidables como el estreno de La colección, creación del actual director artístico Juan Mayorga, que invita a José Sacristán y Ana Marzoa a subirse a las tablas del emblemático escenario de Chamberí; Casting Lear, en la que cada noche participa un actor diferente y podremos disfrutar de Ernesto Arias entre ellos, que fue uno de los actores del primer montaje de La Abadía; Lady Anne, montaje creado por las actrices Elisabet Gelabert e Inma Nieto, formadas en el Teatro de La Abadía y miembros del reparto de aquellos míticos Entremeses que sucedieron al Retablo inaugural de ese 14 de febrero de 1995.
¡Son tanto los títulos! Seguro que tú también tienes aquella función inolvidable. ¡Compártenosla en los comentarios y cuéntanos por qué fue especial! Te leemos.