Romance con el discóbolo

Romance con el discóbolo es quizás la propuesta más novel de los cuatro montajes del programa Teatro bajo la arena. Este drama musical en forma de monólogo, creado por Mario Salas de Rueda, comienza avisando al público que se ha “colado en una fantasía íntima” y le hace una apelación directa: “Vamos a hacer eso que en su momento no pudimos o hicimos mal. Vamos a perdonarnos“. Una clara declaración de intenciones. La propuesta es sencilla, sin mucho artificio, llena de humanidad. Propone bucear en el perdón, en la herencia, en la construcción del deseo, las identidades y las relaciones sexo-afectivas. Es una obra sobre la memoria, de cómo los episodios pasados marcan nuestro presente y de cómo esos episodios en nuestros recuerdos son más fantasía que realidad. Este viaje, diáspora íntima y celebración, es protagonizada por Oveja, el alter ego creado por Salas de Rueda, que explica a los convocados: “Vamos a reconciliarnos con la herencia de vacío en el pecho que heredamos de ellos y que a su vez heredaron de otros y estos otros de otros y estos otros de otros hasta el inicio de los tiempos. Pido perdón por las fantasías que se han apoderado del presente transformando todo en Titanic y pido perdón por estas expectativas que dominan mi corazón”.

Mario Salas de Rueda

Su formación artística la comienza como músico en Jerez de la Frontera, es violinista, y continúa sus estudios en la rama de canto en Madrid. También se forma en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga titulándose en interpretación en el teatro musical. Posteriormente, es seleccionado para el XXIII Laboratorio Internacional de Investigación Teatral TNT-Atalaya.

Como creador escénico completa su formación en el Máster en Creación Teatral de la UC3M, tutelado por Juan Mayorga. En colaboración con el Teatro Villamarta dirige el estreno absoluto de la ópera Gilgamesh, una producción familiar de la ópera Brundibár y una escenificación de Carmina Burana. Escribe y dirige la pieza Enzootia, con la que viaja a Ecuador seleccionado por la beca internacional Nuria Rengifo.