Pecado, pescado

Sobre la obra

Una historia basada en hechos cotidianos, habituales de muchas personas por no decir de casi todas, se convierte en el hilo conductor que enlaza una frase coreográfica con otra, que plantea un inicio, un nudo y un desenlace. El inicio está muy claro, el nudo también, el final feliz… quizás no tanto.

El relevo generacional es el leit motiv de la historia. Cómo vive una pareja de edad avanzada, cómo se despiertan de sus rutinas y reaccionan, cómo son conscientes de su edad y sus consecuencias, ante una pareja joven, plena de energía, vitalidad e ilusiones.

Así lo explica una de los personajes: “El relevo generacional nos pescará con los pecados a medio hacer y nos ganará sin lucha, con el arma más poderosa, la edad. Yo te explicaría mi vida, pero en esta carrera de obstáculos, resulta que cuando tú llegues, yo ya me habré marchado”. Como dice la especialista en danza Marjolijn van der Meer, “si es verdad que el artista ha de traducir de algún modo nuestras inquietudes, cada obra de Oller es un paso más en esta dirección; tanto su sentido del humor como su fina sensibilidad y concepción estética son garantía de que el espectador pasará un buen rato y enriquecerá su cultura coreográfica”.