Nada es como es, sino como se recuerda

Sobre la obra

Este año, el Teatro de La Abadía celebra su décimo aniversario: esta fecha nos llena de satisfacción, agradecimiento y el reforzado deseo de seguir haciendo un teatro vivo, fruto de una labor en conjunto de un grupo de personas con inquietudes afines. Como casa de teatro y estudios, de calculadas dimensiones, apostamos por el afinamiento del trabajo desde la aspiración de incidir en la vida social y cultural a través de la poesía de la escena. Recapitulando lo que aquí se ha conseguido desde la inauguración el 14 de febrero de 1995 hasta el día de hoy, es como uno se da cuenta de la extraordinaria acogida de la que hemos gozado. Gracias al generoso apoyo de público, instituciones y prensa, La Abadía ha podido arraigar en la ciudad de Madrid y evolucionar como un teatro y una compañía de destacado interés en el "paisaje" escénico de España en el umbral de los siglos XX y XXI. La presente exposición brinda la ocasión de rememorar la actividad de esta casa a la vez de descubrir algo de su "vida interior", normalmente invisible para el espectador. Bajo el título prestado de Valle-Inclán, Nada es como es, sino como se recuerda , ofrecemos otra visión distinta de nuestro teatro, otra forma de adentrarse en el quehacer y el espíritu de La Abadía. Nuestra Sala Juan de la Cruz, capilla que ha sido testigo de experiencias tan diversas, se transforma en un espacio abierto donde podemos recorrer los retazos de todos los espectáculos que pasaron por estos escenarios, además de asomarnos a la curiosa "prehistoria" del Teatro de La Abadía. Fotos, maquetas y piezas originales de vestuario y utilería nos sumergen en la memoria de los diez años que aquí hemos compartido en nuestra obstinada búsqueda del placer inteligente.

José Luis Gómez