Se inicia un programa intensivo de 25 días aglutinará espectáculos, lecturas, exposiciones, recitales, prácticas inmersivas y una variada serie de experiencias artísticas
Desde el próximo 30 de enero el Teatro de La Abadía está de celebración. Una fiesta que nace con vocación de ser compartida: por nuestro público, siempre leal; nuestros artistas, los de ayer y los de mañana; por instituciones, medios, aliados y colaboradores. Una conmemoración que mira al pasado con respeto, celebra la viva riqueza de su legado, y levanta la vista a un futuro de renovada ilusión. Una velada de homenaje y agradecimiento al fundador de La Abadía, José Luis Gómez, por toda una vida de dedicación al teatro, y un cuarto de siglo entregado a esta casa de arte, servirá de punto de partida para un ciclo de 25 días que, con el título Instrucciones y prácticas de vuelo y la coordinación artística de la actriz Inma Nieto, aglutinará espectáculos, lecturas, exposiciones, recitales, prácticas inmersivas… en una variada serie de experiencias artísticas, que se desarrollará del 30 de enero al 23 de febrero. UN REFERENTE DEL TEATRO DE NUESTRO PAÍS |
Nacido en abril de 1940, en Huelva, abandona un destino entre fogones para entregarse por completo a las artes escénicas. La formación teatral de José Luis Gómez se repartió entre Alemania (Instituto de Arte Dramático de Westfalia, Bochum), París (escuela de Jacques Lecoq), Wrocław (con Jerzy Grotowski) y Nueva York (con Lee Strasberg). De vuelta en la España en los años 70, se encontró una escena teatral que apenas había absorbido nada de las tendencias internacionales, así que empezó a importarlas por su cuenta y riesgo. Además de trabajar como actor y director, en 1978 fue nombrado director del Centro Dramático Nacional, junto a Nuria Espert y Ramón Tamayo, y dos años más tarde, del Teatro Español. Pero en realidad buscaba otro modelo, que pudo plasmar, gracias a la complicidad de la Comunidad de Madrid, en lo que sería el Teatro de La Abadía, con sede en la antigua capilla del Colegio de la Sagrada Familia, en la calle Fernández de los Ríos. Ahí tomaba forma el sueño perseguido por José Luis durante años, de una casa de teatro y estudios en la tradición de los mejores teatros de arte europeos. Gómez fue el responsable de la puesta en escena del montaje de Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte (Valle-Inclán) que inauguró, el 14 de febrero de 1995, el Teatro de La Abadía, donde ha sido además pedagogo y director de 15 espectáculos, como Baraja del rey don Pedro, de Agustín García Calvo; Mesías, de Steven Berkoff; Defensa de dama, de Isabel Carmona y Joaquín Hinojosa; El Rey se muere, de Eugène Ionesco; Informe para una Academia, de Franz Kafka; Diario de un poeta recién casado, de Juan Ramón Jiménez; Grooming de Paco Bezerra; o los más recientes Celestina, de Fernando de Rojas y Unamuno: venceréis pero no convenceréis.También ha interpretado en La Abadía otros 10 espectáculos, encarnando textos de Kafka, Dürrenmatt, Saint-Exupéry, Brecht, Ionesco, Azaña, Cernuda, Fernando de Rojas o Miguel de Unamuno, entre otros. Esta extensa labor como hombre de teatro y sus incursiones cinematográficas —ha trabajado con Jaime de Armiñán, Manuel Gutiérrez Aragón, Álex de la Iglesia, Pilar Miró, Carlos Saura, Almodóvar o Miloš Forman— le han granjeado una trayectoria envidiable y una vitrina de galardones que acumula el Premio a la Mejor Interpretación Masculina en el Festival de Cannes (por la película Pascual Duarte), el Premio Nacional de Teatro, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, la Cruz de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras otorgada por el Ministerio de Cultura francés, o la Cruz de Caballero de la Orden del Mérito de la República Federal Alemana, entre otros. En La Abadía, con una gran entrega personal, rigor, humanismo, afán de innovar, compromiso social y perfeccionismo incansable, Gómez, este referente del teatro español que es actor, director, pedagogo y académico de la RAE, ha dirigido, actuado y contribuido a formar a jóvenes directoras, directores e intérpretes como Carmen Machi, Pedro Casablanc, Israel Elejalde, Lola Dueñas, Ernesto Arias, Beatriz Argüello, Inma Nieto, Elisabet Gelabert. |
Ha reivindicado en los escenarios de La Abadía el legado de los clásicos españoles, aunque su prioridad ha sido apoyar, programando sus trabajos, a muchos creadores en su fase emergente, potenciando su presente y su proyección futura, por ejemplo a Miguel del Arco (Veraneantes), Àlex Rigola (empezando por Ubú Rey, en 2002), Ana Zamora (Auto de los Reyes Magos), Andrés Lima (Hamelin) y Alfredo Sanzol (En la luna). Ha abierto nuestra escena al teatro europeo forjando alianzas con la Unión de los Teatros de Europa (UTE) y el proyecto Cities on Stage, e invitando a entrar en la programación del teatro a Krystian Lupa, Olivier Py, Georges Lavaudant y Dan Jemmett. Ha creado, en resumen, un espíritu de trabajo en el equipo de profesionales de La Abadía basado en la implicación y la compenetración.
“El teatro como el lugar predilecto de la lengua viva, en acción, con su mejor sonido y sentido, trabada por el genio de los poetas de la escena. A esa tarea de vivificar y ennoblecer el habla escénica bien enraizada y generada desde el cuerpo del actor he dedicado las luces y energías de que dispongo y con este fin se fundó, se refunda cada día con el propósito y en el trabajo concreto el Teatro de La Abadía”, comentaba Gómez la noche que recogía su Premio Corral de Comedias en el marco del 38 Festival Internacional de Almagro.
UN HOMENAJE Y EL CANTAR DEL MIO CID
José Luis Gómez dejó en febrero de 2019 la dirección del Teatro de La Abadía en manos de Carlos Aladro, pero este no era un adiós definitivo: el académico sigue vinculado a esta casa como su Director Fundador y volverá a pisar sus dos escenarios. El próximo jueves, 30 de enero, se le rendirá homenaje con la velada 25 años… Gracias, que acogerá la Sala Juan de la Cruz y conducirá Lluís Homar, en la que participarán muchos de sus compañeros de vida y profesión. Además, el 15 de febrero, recupera su representación del Cantar de Mio Cid, el principal poema épico hispánico de la Edad Media, y una de las obras clásicas de la literatura universal. A modo de juglar, en un nuevo formato escénico, con dramaturgia de Brenda Escobedo, Gómez, acompañado de la pianista Helena Fernández Moreno, evocará las gestas del Cid Campeador. PRIMERA SEMANA Además del homenaje a Gómez, la primera semana del ciclo contará con exposiciones, teatro, música y una puesta en escena sobre la meditación. El 31 de enero a las 20:00h Ester Bellver(actriz que formó parte del elenco del espectáculo primigenio de esta casa, Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte)presenta Réquiem, espectáculo nacido de la experiencia de acompañar a su padre en el hospital durante sus tres últimas semanas de vida, y la posterior tarea de tener que deshacer su casa tras la pérdida. Una vivencia que la actriz define como luminosa. Paradójicamente, el marco de una situación dolorosa puede ser precisamente el que te brinde las cosas más hermosas de tu vida. Tarifa única de 8€. Varias veces ha subido el cantautor Amancio Prada al escenario del Teatro de La Abadía en estos 25 años, con sus versiones musicadas de poemas de Jorge Manrique, Juan de la Cruz, Teresa de Ávila o Federico García Lorca. Ahora, para celebrar este cuarto de siglo, ofrecerá un recital de canciones y soliloquios dedicado a Agustín García Calvo, que marcó de forma significativa a los actores de la Abadía de los primeros años, como profesor de Prosodia, y de quien La Abadíaestrenó su magistral obra Baraja del rey don Pedro (Premio Nacional de Literatura Dramática 1999). “La poesía de Agustín siempre emociona y da que pensar. Es tal vez el poeta que más he cantado, incluyendo algunas de las canciones que sobre sus poemas compuso también Chicho Sánchez Ferlosio”, expresa Prada, que alternará, en la velada, canciones, anécdotas y proyecciones. Libre te quiero se escuchará el 1 de febrero, a las 20:00h. Tarifa única de 19€. |
Con La estancia efímera, Rosario Ruiz Rodgers, que participó en la concepción de La Abadía y siempre se ha esforzado por la transmisión del conocimiento de los maestros del arte del actor, propone una acción escénica sobre el legado que invita a compartir, por unos instantes, el hecho creativo, a través de cinco herramientas detonadoras del hecho teatral. Un homenaje al encuentro entre un intérprete, un maestro y un material inspirador, en un acto creativo. Celebramos esos momentos de luz, de inspiración, de hallazgo y desacierto, de transformación humana y a la vez de travestismo; celebramos el sudor, la risa, el llanto, el brinco, la posesión. Será el domingo 2 de febrero de 11 a 14 h, previa inscripción en formacion@teatroabadia.com. Biografía del silencio, del escritor y sacerdote Pablo d’Ors es un breve e intenso libro que apareció en 2012 en esa colección de libros pequeñitos llamada Biblioteca de Ensayo de la Editorial Siruela. Desde entonces, reedición tras reedición ha alcanzado más de 100.000 ejemplares y se ha traducido a las más importantes lenguas del mundo. En pocas líneas y de manera sencilla y directa, el autor habla en primera persona y de tú a tú, sobre su práctica del silenciamiento a lo largo de los años. Aquí, su hermano Luis d’Ors intenta llevar al teatro de alguna manera esta experiencia, el descubrimiento de que la vida en sí no es un drama genera esta contradictoria propuesta anti-dramática. De la mano de Yolanda Ulloa, el público asiste a la experiencia de “meditar juntos en el silencio”. También Luis d’Ors y Yolanda Ulloa formaron parte de aquel primer grupo que se formó en La Abadía, incluso antes de abrirse el teatro, que todavía estaba en obras. Domingo 2 a las 20:00 h. Tarifa única 5€. En paralelo a este nutrido calendario, a lo largo de estos veinticinco días de actividad, podremos encontrar un par de intervenciones en otros espacios de La Abadía. El ambigú del teatro acogerá la exposición Instrucciones y prácticas de vuelo, con dibujos de Miguel Cubero, fotos y materiales de archivo de La Abadía. Por su parte, la escenógrafa Silvia de Marta revestirá la pared del vestíbulo de la Sala José Luis Alonso como si fuera la parte de atrás de una escenografía, con 25 verbos relacionados con la creación teatral. El dispositivo invita al público a dejar su huella. Ambos espacios abrirán al público con acceso libre, una hora antes del comienzo de la función. |