El 21 de marzo del 2019 escuché a Ada Salas leer-decir la primera parte de su Descendimiento en el Museo del Prado, y tras la lectura fuimos a ver ese otro Descendimiento: el de Van der Weyden. Al salir del museo me di cuenta de que quería trabajar sobre ese texto, pensar en la posibilidad de llevarlo a la escena. No montarlo, ni tampoco ponerlo en escena; solo llevarlo, cuidarlo en su camino hacia la escena, trasportarlo hasta ella. No hacerlo teatro, teatralizarlo. Tampoco explicarlo, ni buscar en él una narración lineal determinada. Solo, y no es poco, darle sentido en la escena. Sentido, como dice Ada Salas: “Un sentido que no tiene nada que ver con la racionalidad, sino con ser: decirlo es hacerlo ser, eso es todo.”
Clara Gallardo [Flautas e instrumento varios]
Lola Jiménez [Actriz]
Carlos Marquerie [Manipulación de objetos y marionetas]
Niño de Elche [Voz]
Fernanda Orazi [Actriz]
Joaquín Sánchez Gil [Clarinetes e instrumentos varios]
Emilio Tomé [Actor]
Texto
Ada Salas
Música
Niño de Elche
Dirección artística y dramaturgia
Carlos Marquerie
Coreografía y movimiento
Elena Córdoba
Vestuario
Cecilia Molano
Espacio escénico e iluminación
Carlos Marquerie
Proyecciones y dirección técnica
David Benito
Marionetas y objetos escénicos
David Benito
Carlos Marquerie
Cecilia Molano
Ingeniero de sonido
Emilio Valtueña
Producción
Sarah Reis
Ayudante de producción
Fernando Valero
Colaboración en la dramaturgia
Elena Córdoba
Cecilia Molano
Niño de Elche
Ada Salas
Una producción de Teatro de La Abadía