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Instrucciones y prácticas de vuelo. La Abadía celebra su 25º aniversario del 30 de enero al 23 de febrero

El homenaje a nuestro director fundador, José Luis Gómez, dará el pistoletazo de salida al aniversario el próximo 30 de enero

El tintineo de una campanilla anunciaba el 14 de febrero de 1995 el inicio de función de Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte. Ese día culminaba toda una etapa previa de concepción de proyecto, gestión administrativa, reforma de la antigua capilla del Colegio de la Sagrada Familia y entrenamiento de una nueva generación de actores; y comenzaba su andadura el sueño perseguido por José Luis Gómez durante años de una casa de teatro y estudios en la tradición de los mejores teatros de arte europeos,que se caracterizan por su afán de innovar el oficio y por la implicación y compenetración del equipo, no solo artístico sino de todos sus colaboradores.

La Abadía emanó de la necesidad latente de la escena madrileña de los 90 de aunar la producción de espectáculos al rigor de la formación continua, y de ese modo se fue configurando una cantera de nuevos creadores acostumbrados a una manera de hacer y concebir el trabajo en equipo, verdadero germen de la casa a lo largo de estos 25 años.

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La antigua iglesia de la Sagrada Familia y su salón de actos anejo se habían rediseñado, y rebautizado como Sala Juan de la Cruz y Sala José Luis Alonso respectivamente, para convertirse en este espacio único, idílico y con un punto fantástico, íntimo e infinito al mismo tiempo, donde la experiencia escénica aspiraba a ser algo realmente transformador. Un teatro lúdico a la par que lúcido, porque a través de la poesía escénica el Teatro de La Abadía aspira a relacionarse con su sociedad y a interrogarse sobre cuestiones esenciales de la condición humana y nuestra historia, a veces tan ligeramente olvidada.

Fiel a estos principios La Abadía ha visto rubricada su expectativa de que efectivamente hay un público que demanda un teatro basado en estas convicciones, un público que confía y avala todavía hoy el espíritu Abadía. En Madrid y fuera de Madrid. A lo largo de estos 25 años se ha llevado  a cabo la producción de 61 espectáculos, 53 de ellos han hecho gira, por España pero también fuera de nuestras fronteras, en ciudades como Almada, Belo Horizonte, Berlín, Bogotá, Braga, Bremen, Bucarest, Budapest, Caracas, Chorzów, Cluj-Napoca, Compiègne, Cracovia, Dublín, Estocolmo, Estrasburgo, Göttingen, Guadalajara (México), Guanajuato, Hamburgo, Hannover, Lisboa, Łódź, Londres, Milán, Mülheim, Múnich, Nanterre, Oporto, París, Puebla, Recklinghausen, Roma, Santiago de Chile, Sarajevo, Sibiu, Toulouse, Turín, Varsovia, Venecia, Vicenza, Washington.

           

Además, sin dejar de mirar nunca a aquellos que nos inspiran y nos acompañan en el camino, se ha participado en coproducciones con Centro Dramático Nacional, Compañía Nacional de Teatro Clásico, Teatre Lliure, Teatre Nacional de Catalunya, Teatro de la Ciudad, Animalario, Kamikaze Producciones, Teatro del Invernadero, Ysarca, Aracaladanza, Teatro del Cruce, Odin Teatret, Folkteatern, entre otros, y se han acogido en esta casa más de 300 espectáculos invitados, que en su siempre única mirada a la realidad comparten con nosotros un código común ético o estético.

JOSÉ LUIS GÓMEZ. HOMBRE DE TEATRO EUROPEO. DIRECTOR FUNDADOR DEL TEATRO DE LA ABADÍA

La iniciativa despegaba de la mano José Luis Gómez y la Comunidad de Madrid con una vocación romántica muy europea: la de congregar en sus escenarios tanto espectáculos de producción propia como de compañías nacionales e internacionales, dándole visibilidad a directores en fases emergentes y marcándose como prioridad esencial fomentar el encuentro público-actor gracias a la cercanía escenario-butaca, y también a la apertura, en la propia sede del teatro, de un Centro de Estudios de formación de intérpretes que haría elenco y familia.

Hombre polifacético (actor, director de escena, gestor, académico y pedagogo), José Luis Gómez ha pasado una vida entregado al rigor, a la autenticidad y a la búsqueda permanente de lo sagrado, lo que le ha hecho transitar por el estudio continuo al lado de los más grandes maestros internacionales. Conocimiento compartido posteriormente al frente del Centro Dramático Nacional o el Teatro Español, hasta que La Abadía se cruzó en su camino para quedarse. Aquí ha dirigido 15 espectáculos y ha interpretado  otros 10 (sumando un total de 20 títulos, ya en algunos casos era director y actor), dando voz y cuerpo a Kafka, Handke, Büchner, Brecht, Berkoff, Ionesco, Cervantes, Valle-Inclán, García Calvo, Azaña, Cernuda, Fernando de Rojas o Miguel de Unamuno, entre otros.

Su gestión al frente de La Abadía descubrió y consagró el talento de nuevos directores de escena como Ana Zamora, Miguel del Arco o Àlex Rigola, así como el Centro de Estudios ayudó a formar a una generación única de intérpretes como Carmen Machi, Pedro Casablanc, Israel Elejalde, Lola Dueñas, Ernesto Arias, Beatriz Argüello, José Luis Alcobendas, Elisabet Gelabert, entre otros muchos. Una formación basada en la técnica del entrenamiento continuo, centrada en la palabra como eje fundamental de la comunicación teatral, así como el valor de la expresión física. Un centro donde hay un vínculo indisoluble entre formación y creación.

El Teatro de La Abadía ha logrado ser de mayor lo que en aquel momento vislumbraba, no ha renunciado a su espíritu embrionario y, hoy más que nunca, con su recién renovada dirección sigue apostando por una programación abierta a creadores contemporáneos, nuevos lenguajes y experiencias escénicas. Un proyecto liderado ahora por Carlos Aladro que permite a sus artistas buscar la estabilidad y la libertad necesarias para poder asumir riesgos y encontrarse y reconocerse con su público a lo largo del tiempo.

En este marco encaramos la celebración de nuestro 25 cumpleaños. Celebrar del latín “celeber”, que significa “concurrido, frecuentado”. Y si nuestro teatro goza de buena reputación es fruto de una labor realizada con minucia y cuidado a lo largo de los años.

Celebremos el pasado como prólogo de un ilusionante futuro, en el que el legado da pie a nuevos impulsos vitales, sociales y artísticos.

          
      

PROGRAMA DE CELEBRACIÓN

Hay mucho que celebrar en estas bodas de plata y más vale abrocharse los cinturones, porque La Abadía ha preparado un ciclo de 25 días que, con el título Instrucciones y prácticas de vuelo, y la coordinación artística de Inma Nieto, actriz vinculada a la casa desde sus inicios, aglutinará espectáculos, lecturas, exposiciones, recitales, experiencias inmersivas, acciones escénicas sobre el legado y otras actividades vinculadas a la formación, que se desarrollará del 30 de enero al 23 de febrero. Todas son propuestas de creadores que han sido cómplices habituales de esta casa de teatro a lo largo de los años, o bien de aquellos que comienzan a serlo ahora.

Un programa de actividad contará con aportaciones de Raquel Alarcón, José Luis Alcobendas, Nacho Aldeguer, Ernesto Arias, Juan Ayala, Bárbara Bañuelos, Los Bárbaros, Carmen Bé­cares, Ester Bellver, Emilio Buale, Luis Bermejo, Juan Codina, Miguel Cubero, Luis Delgado, Andrea Delicado, Brenda Escobedo, Helena Fernández Moreno, Óscar de la Fuente, Vicente Fuentes, Esperanza García, Teresa García, José Luis Gómez, Alberto Jiménez, Lluís Homar, Carmen Losa, Rosa Manteiga, Sara Martínez, Silvia de Marta, Mélida Molina, Daniel Moreno, Rory Mullar­key, María del Mar Navarro, Fefa Noia, Luis d’Ors, Miguel Oyarzun, María Pastor, Amancio Prada, Pablo Rodrí­guez, Rosario Ruiz Rodgers, Patricia Ruz, Sleepwalk Collec­tive, Iara Solano, Luis Sorolla, Marcos Toro, Carlos Tuñón, Vladimir Tzekov, Yolanda Ulloa, Aida Villar, Eduardo Vizuete, Samuel Viyue­la, entre otros.


HOMENAJE Y RECITAL DE JOSÉ LUIS GÓMEZ

Las celebraciones comenzarán el 30 de enero con 25 años de Abadía… Gracias, un homenaje a José Luis Gómez presentado por Lluís Homar. Por otro lado, Gómez recuperará, pero con nuevos aires, el 15 de febrero su recital sobre el Cantar de Mio Cid, que se gestó en el marco del proyecto que La Abadía desarrolló con la RAE, Cómicos de la lengua.

REPRESENTACIONES TEATRALES Y LECTURAS

El 31 de enero será el turno de la primera representación teatral, Réquiem, de Ester Bellver, una pieza unipersonal de esta actriz, directora y dramaturga que formó parte de la primera promoción de intérpretes en esta casa, y aquí afronta la pérdida de su padre. También se espera, del 6 al 9 de febrero, la pieza Lear (desaparecer), un espectáculo inmersivo de la compañía [los números imaginarios], asociada    a La Abadía, que dirige Carlos Tuñón, y se ha creado a partir de un taller con pacientes de alzhéimer y sus familiares. El 16 de febrero se espera la performance de Luis Bermejo Arrasado deseo, donde el actor compartirá una serie de pequeñas digresiones personales que ha ido escribiendo de un tiempo a esta parte, y nunca había hecho públicas.

Ese mismo día, Alberto Jiménez y Patricia Ruiz ofrecerán un aperitivo de Kapow, una pieza con grandes dosis de improvisación que estará en cartel de La Abadía en marzo y abril, y se basa en experiencias personales y traumáticas de ambos actores. El 18 de febrero, la directora Fefa Noia trae a este teatro Ayuda, una obra de la dramaturga holandesa Maria Goos que retrata a un banquero que se ha quedado sin trabajo e inmovilizado por una lumbalgia, y depende por completo de su empleado del hogar, que es inmigrante.

El 19 de febrero, en Electra Garrigó el autor cubano Virgilio Piñera une el mito griego a un irónico retrato de familia; es una lectura que dirige Miguel Cubero, que, de alguna manera, debe su entrada a La Abadía, en los años 90, a un trabajo que realizó sobre este texto.

Y en los fastos de nuestro aniversario se enmarca también el estreno de Antropoceno, el nuevo espectáculo de producción propia de La Abadía, con idea y dirección de Thaddeus Phillips,que permanecerá en cartel del 20 de febrero al 29 de marzo. Un espectáculo eminentemente visual y poético que aborda el cambio climático y reflexiona sobre la fragilidad de nuestro planeta y el legado que dejamos a generaciones venideras.

CONCIERTO

El 1 de febrero, Amancio Prada presentará bajo la cúpula Libre te quiero, uno de sus característicos recitales-concierto basado en textos de Agustín García Calvo, que fue maestro en La Abadía, y músicas propias y de Chicho Sánchez Ferlosio.

EXPERIENCIAS

En el capítulo de experiencias, el 17 de febrero, la directora Raquel Alarcón ofrecerá una muestra de un proyecto de teatro comunitario realizado en colaboración con Espacio Mujer Madrid, Asociación Provivienda y el Teatro de La Abadía, donde el punto de partida es el acto aparentemente cotidiano de silbar como metáfora de lo que a las mujeres les dijeron que no podían hacer.

      
    

El 22 de febrero, Bárbara Bañuelos, creadora asociada a La Abadía que en mayo volverá por aquí con su pieza Inventario, presenta Mi padre no era un famoso escritor ruso, un documental escénico realizado a partir del descubrimiento de un secreto familiar y la necesidad de reconstrucción de la historia de la abuela paterna de la artista.

Quedará tiempo para el cine el 12 de febrero con la proyección de la película documental #amornotellameamor, realizada con actores del Estudio Juan Codina en torno a El caballero de Olmedo. Y también se abre un espacio para la literatura y la espiritualidad, pues el 3 de febrero nos acercaremos a la Biografía del silencio, una presentación con carácter participativo que dirige Luis d’Ors que dará el primer paso hacia una puesta en escena del famoso libro sobre meditación de Pablo d’Ors.

Pero entre tanta actividad también tendremos momentos para el relax. Del 6 al 9 de febrero practicaremos las radiosiestas que ha concebido Iara Solano de la mano de tres colectivos: Los Bárbaros, Sleepwalk Collective y Vladimir Tzekow, donde los asistentes, tumbados, vivirán toda una experiencia a partir de lo que escuchen por unos auriculares.

Y como colofón de un mes de celebración, el 23 de febrero, Juan Codina compartirá con el público ¿Quién dijo que el domingo era un día de descanso?, un manifiesto, un acto de rebeldía, la expresión de idealismo, compromiso e imaginación como pilares para la creación en nuestro tiempo.

   

LIGADO A LA FORMACIÓN

Habrá también actividades vinculadas al Centro de Estudios de La Abadía en estos festejos de cumpleaños. Así, el 2 de febrero contaremos con una acción escénica inmersiva sobre el legado en La estancia efímera, que nos invita a compartir, por unos instantes, el hecho creativo, a través de cinco herramientas detonadoras del hecho teatral. Un homenaje al encuentro entre el intérprete, el maestro y un material inspirador, en un acto creativo.

El 3 de febrero será la fecha del encuentro con el dramaturgo Rory Mullarkey en el marco de Play and Breakfast, un ciclo de talleres que se están desarrollando a lo largo de esta temporada en La Abadía en torno a nuevos dramaturgos británicos. El 18 de febrero se propone una sesión de trabajo con María del Mar Navarro, maestra de movimiento escénico desde los comienzos de La Abadía, y el 20 de febrero, una clase magistral dedicada a la voz que impartirá Vicente Fuentes, Catedrático Emérito de Voz y Lenguaje en la RESAD y maestro de voz desde en La Abadía desde sus primeros años de vuelo.

         

La Abadía cruza la calle nos mostrará los primeros pasos en la interpretación de los niños y jóvenes de las Residencias Infantiles Vallehermoso y Chamberí, vecinas de La Abadía, que trabajan desde octubre en un taller de teatro que funciona como espacio de convivencia, respeto e integración social. El 23 de febrero, Juan Ayala y Miguel Oyarzun presentarán el Informe Abadía que han realizado a raíz de la experiencia de Espectadores en Acción, una actividad para amantes de la escena reincidentes que La Abadía ha realizado de 2011 a 2016. A través de estos espectadores recuperaremos, recopilaremos y, de alguna manera, organizaremos, los recuerdos, la huella en la memoria, los relatos de experiencias vividas en el teatro.

EXPOSICIONES

En paralelo a este nutrido calendario, a lo largo de estos veinticinco días de actividad, podremos encontrar un par de intervenciones en otros espacios de La Abadía. El ambigú del teatro acogerá la exposición Instrucciones y prácticas de vuelo, con dibujos de Miguel Cubero, fotos y materiales de archivo de La Abadía. Por su parte, la escenógrafa Silvia de Marta revestirá la pared del vestíbulo como si fuera la parte de atrás de una escenografía, con 25 verbos relacionados con la creación teatral. El dispositivo invita al público a dejar su huella.

>>> Descárgate aquí el programa de actividad de nuestro 25º aniversario.

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