ENTRADAS ABONOS

José Luis Gómez volverá a encarnar al presidente de la República en su célebre ‘Azaña, una pasión española’

La Abadía aborda un ciclo sobre la Memoria Histórica que se completará con el estreno, el 26 de abril, de ‘Tiempo de silencio’

El próximo día 9, en el Teatro de La Abadía, José Luis Gómez volverá a encarnar al estadista, pensador y escritor Manuel Azaña, en un reencuentro con el hombre que lleva años acompañando su trayectoria profesional. Una figura clave en el devenir histórico y político de nuestro país. El montaje, enmarcado en el ciclo sobre Memoria Histórica que comenzó el pasado 14 de febrero con la reciente exhibición de Unamuno: venceréis pero no convenceréis y tras Azaña proseguirá con el estreno de Tiempo de silencio, podrá verse en la Sala Juan de la Cruz del 26 de abril al 3 de junio.

Recuerda Gómez cómo casi por azar descubrió la figura de Azaña en 1980 cuando, como codirector del CDN junto a Nuria Espert, en plena Transición, tuvo ocasión de montaruna versión teatral de su Velada en Benicarló. Ocho años después estrenaba en el Centro Dramático Nacional el espectáculo Azaña, una pasión española, por el que recibía el Premio Nacional de Teatro, y que retomaría en varias ocasiones como producción de La Abadía, la última de ellas pudo verse en el Teatro Español en 2005. Sembraba así el germen de un tema que aparece recurrente en su trabajo, la continua reflexión sobre nuestro pasado y patrimonio.

El próximo viernes Azaña, una pasión española regresa a La Abadía como perfecto contrapunto a la figura de Unamuno. Dos espectáculos y dos intelectuales confrontados para devolver al debate público la memoria cívica de España, de plena vigencia en el contexto social, político e institucional actual. «España es un país de historia mal sabida. Enfermo de historia no cribada por la crítica», recuerda José Luis en palabras del propio Azaña.

Mientras que Unamuno era un espectáculo muy contemporáneo en cuanto al uso de recursos tecnológicos, Azaña es un espectáculo sobrio, centrado en la palabra, con pocos elementos escenográficos y un discreto pero importante refuerzo musical (Azaña era una gran melómano).

Denostados, olvidados y enfrentados ideológicamente, Unamuno era un hombre de pensamiento, mientras Azaña luchaba desde la acción política. Su concepción de España estaba muy bien ajustada a la realidad política, a la defensa apasionada de la libertad y la democracia.Para mantener viva la Memoria Histórica, conviene recordar su templanza y su lucidez. «Este espectáculo no pretende ser una reconstrucción histórica ni un juicio de la actuación política de don Manuel Azaña. Corresponde esta tarea a los historiadores, primero, y también a los ciudadanos, a cualquier ciudadano español interesado en conocer su pasado, la raíz de su situación actual», afirma Gómez. En la piel de don Manuel Azaña, el actor, contenido y elocuente, reta al espectador en un constante claroscuro.

La palabra de Azaña se organiza, en este espectáculo, según tres grandes ejes. Tres ejes temporales que dan forma al espectáculo. Primero, la circunstancia vital y política: en el recital, va esbozada mediante un autorretrato parcial, algunos grandes textos en los que Azaña se complace en perfilar su personaje público, las alusiones a la opción de gobierno con el Partido Socialista y a las reformas militares. En segundo lugar, está la reflexión sobre la historia de España, los textos elegidos aquí hacen referencia a la significación profunda del régimen republicano, al laicismo, a la guerra civil. Por fin, y como tercer gran eje, está la meditación sobre el arte y el paisaje españoles, meditación que recorre su obra entera y a la que se ha intentado otorgar la debida importancia.

       

La Abadía con la Memoria Histórica

En paralelo a la programación La Abadía propone además una serie de coloquios centrados en la necesidad de reconocer, palabra capicúa con tres acepciones relevantes en este contexto: volver a conocer, examinar y admitir. Para ello contamos con la complicidad de AMESDE (Asociación de la Memoria Social y Democrática de España), Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Goethe-Institut Madrid y Memorias en Red (Asociación Internacional de Estudios de Memoria).

Puedes consultar toda la información sobre los debates aquí.

 

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