El Corral de Comedias es uno de los teatros más antiguos de Occidente. Desde 2005 el equipo del Teatro de La Abadía, a solicitud de la Comunidad de Madrid, se encarga de la programación y gestión de este espacio.
Para la temporada 08-09 continúa la programación por ciclos:
En el Corral se exhibirán las tres producciones del Teatro de La Abadía de esta temporada: Días mejores dirigida por Àlex Rigola, Auto de los Reyes Magos de Ana Zamora y Medida por medida de Shakespeare con dirección de Carlos Aladro.
Algunos nombres destacados de la temporada son los siguientes: Irina Brook (en el marco del Festival de Otoño), Pedro Iturralde, Samira Kadiri, Histrión Teatro, Juan Mayorga, Jorge Pardo, Lluïsa Cunillé y Xavier Albertí, Caco Senante, Companhia do Chapitô, El Güito, Renaud Garcia-Fons, La Zaranda…
Para esta temporada se incorpora un ciclo de Poesía en el Corral que contará con nombres como Antonio Gamoneda, Luis Alberto de Cuenca o Agustín García Calvo. Las lecturas irán acompañadas de pequeñas actuaciones, música en vivo, proyecciones, etc. Otra novedad para esta temporada es el Festival de Teatro Infantil en el que, durante el periodo navideño (del 20 al 30 de diciembre) se podrán disfrutar espectáculos para toda la familia.
Del 7 al 12 de octubre, durante la Semana Cervantina de Alcalá, se proponen un año más, las Jornadas de puertas abiertas en las que todo el público está invitado a conocer el espacio y a disfrutar de la exposición Don Quijote en el Corral, compuesta por treinta ilustraciones, procedentes de varios fondos, de artistas como Hogarth, Daumier, Dalí, Grosz o Mingote.
El Corral
de Comedias fue construido en 1601 a la manera de los teatros del Príncipe y la Cruz madrileños –a cielo descubierto, con su empedrado, pozo y desván de tramoyas–. En 1769 fue techado mediante un entramado de vigas que mejoró su acústica. Luego, la época romántica dio al patio de butacas la típica forma de herradura, cubierta por un falso techo con frescos. Y por fin a mediados del siglo XX el teatro fue utilizado como cine hasta que, a raíz del deterioro, cayó en el olvido. Gracias a una cuidada restauración, hoy día se traslucen vestigios de todos estos tiempos. Por eso, se presta a acoger espectáculos de todo tipo, confiriéndoles un aire peculiar.
